Por: Rafael Cruz Vázquez*
Si bien es cierto que el Gobierno Federal año tras año se preocupa por hacer notar que mantiene o eleva el presupuesto en materia indígena, también es cierto que su único fin ha sido el de demostrarnos estadísticamente que lo está haciendo, sin importar si los programas institucionales están cumpliendo con los objetivos fundamentales para los que fueron creados, como son el combate a la pobreza, y desarrollo de los Pueblos y Comunidades Indígenas, o si los recursos son suficientes para tal fin.
Cabe hacer notar que dentro de los programas que creó el Gobierno Federal para la atención de las etnias del País, se encuentran los Fondos Regionales Indígenas, que se han mantenido por más de dos décadas, y que surgieron como una opción de financiamiento para la población indígena, cuyos objetivos han sido elevar la diversificación productiva, y elevar la productividad de los pueblos indígenas mediante la entrega de recursos y capacitación de sus integrantes, además de generar empleos que redundan en mejores condiciones de vida.
Sin embargo a este programa no le ha sido posible cumplir satisfactoriamente con dichos objetivos, porque el Presupuesto Federal destinado a este va en decremento, y es insuficiente para los más de 200 Fondos Regionales Indígenas del País, tan solo en lo que va de este sexenio 2007,2008, y 2009, en los dos primeros años el presupuesto se mantuvo en 295 millones de pesos, en tanto que en el tercer año descendió a 276, sin descartar que en el 2010 suceda lo mismo.
De no haber una revisión de este y otros programas en materia indígena, para mejorar su funcionalidad, y asignación presupuestal, no será posible con estos establecer una estrategia de cobertura, de corto, mediano, y largo plazo en las comunidades indígenas.
Es evidente que la política pública del sector indígena, y el presupuesto del gasto público que destina el gobierno federal a los más diez millones de indígenas de nuestro País, no ha impactado para transformar la realidad de rezago y pobreza que viven estos, sobre todo en Chiapas donde los niveles de marginación están entre alta y muy alta.
Ante esta situación, se deduce que el Ejecutivo federal, se empeña en mantener estos programas con fines asistencialistas, porque no se preocupa en lograr avances substanciales en los mismos.
Queda demostrado que para lograr el desarrollo de los pueblos indígenas, no ha sido suficiente el que hecho de que haya sido posible la alternancia política en el País o que se decrete un presupuesto que anualmente tiene un crecimiento mínimo sin objetivos concretos.
No basta con legislar en el ámbito local y federal en materia de derechos indígenas, sobre todo cuando se trata de leyes indígenas que son creadas sin consultar a estos, como ha sido el caso de de la recién creada Ley Indígena de Chiapas; se trata de hacer un ordenamiento jurídico que incluya los acuerdos originales de San Andrés Larrainzar firmados por el Gobierno Federal y el EZLN en 1996, así como diseñar e implementar de inmediato una política de estado que reconozca a los indígenas de nuestra nación como sujetos de derecho con poder de decisión, porque actualmente estos no toman decisiones en materia de políticas públicas que permitan planear su desarrollo.
Tan solo hoy en día tratándose de los programas, proyectos y presupuesto que los Pueblos Indígenas demandan ante la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas (CDI), prevalece el centralismo institucional, lo cual se traduce en que el aparato burocrático de la Junta de Gobierno de esta dependencia decide aprobar el presupuesto del rubro indígena sin tomar en cuenta las propuestas y recomendaciones que hacen los diferentes grupos indígenas de México a través del Consejo Consultivo donde se encuentran representados.
Si no se revisa y replantea la política pública indígena, se visualiza en el estado, y en el resto del País, nuevamente el descontento social de los pueblos y comunidades indígenas.
Ante el abandono del Gobierno Federal en materia indígena, los Gobiernos Estatales, deben optar por aplicar una política transversal real y eficaz en sus programas de gobierno, con el fin de lograr avances en el desarrollo de los pueblos indígenas.
¡Hasta la próxima entrada!
*Se ha desempeñado como asesor del Poder Legislativo de Chiapas, asesor de ONG’S y articulista invitado de las Revistas de circulación Estatal y Nacional “Diálogos en el Sur”, y “Quehacer Político”.
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